domingo, 9 de agosto de 2015

Los virtuosos.

Los virtuosos.
Hubo un hombre que siempre estaba pensando sólo en él, se consideraba perfecto. Lo que los demás se exigían, era solamente un fracaso, si sus trabajadores trataban de decir una mejora, él lo había pensado, si otros le decían habían ahorrado para la empresa, él contestaba que sólo habían dejado de gastar, no creía en Dios.
 Sólo expresaba gesto de cariño a todo aquel que lo alababa o le daba la razón, aunque el alabador quedase muchas veces ridiculizado por alabarlo, era un tipo megalómano que trataba de hacerse temer por los demás.
Llevaba consigo mucha iniquidad rebajando o pulverisando a sus prójimos.
En una oportunidad se encontró con un anciano que cargaba un saco de yute en sus hombros, sonriendo le dijo:
-          Eso te pasa por no estudiar, los ignorantes terminan como tú.
-          El hombre  lo miró, y le dijo, usted que manifiesta saber todo y dice ser muy justo, dígame es justo que los hombres maltraten a sus hijos y sus hermanos.
-          No, contestó.
-          Usted amaría a su padre o a su hermano si este lo maltrataría constantemente.
-          No, como amaría a un abusivo, contestó.
-          Entonces  no te engañes a ti mismo, porque es fácil perder el cariño de los demás, para mantener un fuego contante que nos abrigue, debemos echar leña al fuego, cuando este fuego cruje, nos da un calor que nos abriga, es un calor agradable, que nos ayuda a vivir, así también es el amor, si nosotros usamos bien la lengua con palabras cariñosas somos capaces de amar, y la respuesta a esto, es que también somos amados, pero si solamente presentamos Vanidad, orgullo e intolerancia, quedamos lejos de Dios.
Así mismo, Dios que es nuestro padre celestial, ama a sus hijos que saben amar, porque los que no saben amar, no han separado su alma de su espíritu, con la espada de Dios, la espada de Dios es su palabra, el que hace caso a la palabra ya no hace caso a su mente que lleva consigo el pecado original, que es un pecado genético transgeneracional.
Así también a los que dicen que saben mucho y se creen dioses les espera el fuego eterno por blasfemar contra nuestro señor creador de todo cuanto existe, recuerda al único que se le debe temer es a Dios. (Isaías 1:1-4)
Autor: Willder Gamarra Soles
                Trujillo- Perú

                09.08.2015

sábado, 8 de agosto de 2015

Mi amor

Mi amor
El recuerdo de tus besos
Me mantienen, aún despierto
Cuando  veo tu contento
Sonriente en mi mente
Me siento feliz, amada mía
Mi  corazón enamorado
Me hace sentir embelesado
Mi  suspiro va lleno  sucesos
De momentos encontrados
Por ese, tu  amor adorado
Eres el bombón de mi vida
Que yo siempre esperé
Eres tú, el espíritu exquisito
Que llenas mis espacios
Que me da aliento,  fuerza
Y, a pesar, de no tenerte día a día
Estás en mí, en mis alegrías
Eres mi vida entera
Que me tiene como un vate cautivado
Ya sin sentimientos, propios
Pues son tuyos, están en ti
Mientras voy escribiendo y cantando
Por los momentos eternos, ya vividos
Siempre perpetuos, como hoy
Y es que nadie puede morir
Si tiene en su mente
Al amor de su vida
Y al respeto de su corazón
Oh, Señor creador de todo cuanto existe
Mantén vivo este amor fiel
Por los siglos de los siglos
Para vivir en ella y ella viva en mí
Autor: Willder Gamarra Soles
Trujillo- Perú

08.08.2015

jueves, 6 de agosto de 2015

Los recuerdos.

Los recuerdos.

Tú no te guardes los recuerdos malos, porque si te dejas dominar por ellos jamás podrás ser feliz en el presente.
Hubo un hombre que pasó muchas decepciones con las mujeres que le tocó tener, estás lo traicionaron, entonces el decidió no tener más mujeres, también hubo una mujer que tuvo muchos hombres pero cansados de ellos decide alejarse, porque según ella ninguno era el ideal para pasar sus días, con el correr del tiempo se encontraron ambos y deciden hacer pareja, comenzando a convivir.
El sentía muchos celos y desconfianza al dejarla sola, esto era porque siempre había en su corazón sufrimientos y desconfianza por las mujeres, al llegar a casa gritaba buscando pretextos hasta llegar a maltratarla.
Ella por su parte había considerado a este hombre, como el hombre ideal para su vida, pero al ser maltratada, también recordaba su pasado y comenzó a buscar nuevo amor.
Ambos tenían recuerdos que no los dejarían ser felices, jamás vaciaron sus pasados, para vivir con plenitud la felicidad del presente.
Autor: Willder Gamarra soles.
                Trujillo- Perú

                06.08.2015.

lunes, 3 de agosto de 2015

El cerro de tierra viva

El cerro de tierra viva
En el Perú, en el departamento de la Libertad, Región La Libertad, Provincia de  Ascope hay un pueblo que se llama Roma, es un pueblo lleno de historias y de gente muy buena, amigable pero muy reclamadora de sus derechos hasta armas tomar por lo justo.
Pero además tienen muchos cuentos encantados como el siguiente.
 Contaban los antiguos Romanos que muchos años atrás cuando aún estaban construyendo los rieles, transportaban en ellos al personal, pero para llegar a bordear al cerro de Roma, empezaron a excavar en sus faldas del cerro, más grade fue su sorpresa que al otro día nuevamente estaba lleno de arena como si no hubiesen hecho nada, todos quedaron sorprendidos.
-          ¿Por qué, no podemos avanzar si trabajamos todo el día y al día siguiente jua, todo igual? Preguntaba Alfredo Valqui a su amigo Benigno.
-          Lo que pasa, es que por las noches el viento mueve la arena de arriba y lo vuelve a tapar todo, contestó Beni.
-          Pero los patrones dicen que van a poner otras cuadrillas para trabajar en la noche jajaja a ver si el cerro va a poder taparlo todo, comento el popular Boyer.
Boyer era un hombre muy fuerte, muy bromista, muy querido, muy juergero.
Resulta que uno de los días antes que llegasen las cuadrillas la señora Carmela Chu, escuchó por las noches unas voces tormentosas en el lugar donde los obreros trabajaban en el día excavando, entonces unos vientos fuertes y helados comenzaron a llegar con un silbido escalofriante, y el aullido como de un lobo se sumó en a la noche oscura sin estrellas, y de luna oculta por las nubes.
 La señora Chu contaba que cerro su puerta pero el viento como que tocaba la puerta, el miedo que sentía fue tanto que abrazo a su esposo Hilario despertándolo, para que confirmase también ese paso de almas desesperadas como una procesión que se dirigían al cerro,
Don Hilario, también   se sumaba a la conversación de su esposa diciendo:
Puta, que la Carmela comenzó a temblar tanto esa noche, que ya movía la cama, ya mi cuerpo se puso frío, mi carne como gallina, no quería estar despierto, cerraba mis ojos fuertemente, cuanto sentí el calorcito caliente en mis piernas, me dije es el enemigo que nos está cogiendo, felizmente que era mi Carmela que se estaba meando de miedo, nunca he sentido tanto miedo en mi vida.
Al día siguiente le dije a mi mujercita, yo,  ya no voy a trabajar en este proyecto, porque ese cerro tiene vida, pero una vida endemoniada.
No es de Dios lo que pasó esa noche joven, mi Carmelita se me empezó a secar, nadie podía colocar estos rieles, para que lo puedan hacer le han regalado o le han vendido  tres vidas humanas al diablo que vive en el cerro.
¿Cómo así don Hilario? ¿Por qué dice eso?
Hay joven usted no sabe la verdadera historia de estos ferrocarriles, acá todo el pueblo los sabe, dijo la señora Camelita Chu, y continuó hablando, como ya no podían avanzar excavando el cerro, los patrones decidieron un día enviar 40 trabajadores en el tranvía, para que estos trabajasen en la noche en los bordes del cerro, pero el cerro, los jalo con tranvía y todos ellos  antes de bajar y se los trago a todos.
-          ¿Qué va a ser? Preguntó el joven.
-          Si joven, lo que le decimos es cierto y nosotros somos quizás uno de los pocos que han vivido esto, dijo doña Carmela Chu ya anciana.
-          Cuando nos enteramos de que había pasado yo me quede muda como quince días, quería hablar y no podía, quería contarles lo que me había pasado pero no podía hablar, mi boca se quedó dura, mi lengua también, de tal modo que no pude comer solo tomaba agua y mi sopa chancada con cuchara, si no fuese por  mi Hilario, yo me hubiese muerto, el me llevo a las Huaringas,  allí me curo don Pedrito, me dijo que un aire malo se había apoderado de mí, porque me hallo débil, mi Hilario había coqueado y tirado su trago corto antes de dormir, por eso que fue más fuerte esa noche.
-          ¿Y qué hizo el pueblo cuando pasó esto?
-          Carajo, dijo Hilario y continuo diciendo, todos estaban con el culo tifi tifi, pero llegó el patrón con una cara pálida que parecía había visto un espíritu malo, estaba asustado el pueblo se le levantaba, entonces el patrón nos dijo.
-          Vamos a traer una excavadora para sacar los cuerpos.
-          ¿Y trajeron la excavadora?
-          Siiii Joven, hablo doña Chu, ni bien estuvo entrando la excavadora, el cerro lo jalo y se lo trago a la máquina con su chofer en delante de todos, todos se corrieron, nadie quedó cerca del cerro.
-          ¿Y cómo, dice que sólo murieron tres hombres y fueron 41? 40 del tranvía y uno con la máquina excavadora.
-          Sí, pero después cuando se enteraron que lo cure a mi Carmelita en el norte, se fueron y llegaron a Roma con tres maestros, de allá del norte pues, ellos pusieron su mesa frente al cerro, un martes en la noche, nadie se acercó, pero el Juan Plasencia que estuvo en la mesada, nos contó que el cerro les habló, les pidió tres hombres con sus nombres y apellidos, entonces los patrones los mandaron contratar y los mandaron  con palanas y picos conforme los pidió el cerro y este se los comió.
-          A ver, a ver, párale Hilarito no dices que nadie quería trabajar  en el cerro y porque Juan Plasencia estuvo en la mesada
-          El Juan era brujo también, pero cuando murió daba gritos desesperados, dicen que se lo llevó el enemigo por haber estado en esa noche en donde le pidió al cerro poderes, dijo Hilario.
-          Nosotros no hemos dicho que nadie quería trabajar, dijo doña Carmela, hemos dicho que tenían miedo y por este miedo no trabajaban, pero después que se comió a los tres que solicitó el cerro, ya trabajaron, los primeros días con los maestros que habían venido del norte presentes, que los perfumaban y les daban sus seguros,  a ellos, a los que los entregaron al cerro, les ofrecieron buena plata y no eran de Roma, entonces cuando llegaron no sabían lo que en realidad había pasado, dicen que eran de mal vivir y el cerro los pidió, ellos cuando llegaron fueron con sus palanas y picos, el cerro se los tragó. Después de esto,  recién hicieron el ferrocarril. Por eso en las noches de luna llena siempre los ven a estos pobres hombres como animas en pena, pero no juntos, separados en diferentes lugares, uno de ellos es alto fuerte con sombrero, espaldas anchas, si tú lo vez en la noche por la carretera, no pares porque te lleva con él al cerro o te hace babear hasta morir.
Autor: Willder Gamarra Soles
Trujillo- Perú

03.08.2015