domingo, 3 de abril de 2011

DIANITA Y FLAMENQUÍN








DIANITA Y FLAMENQUÍN

Dianita  iba de la mano con su papi, caminando por el parque,  en la  mirada ávida de la niña,  se reflejaba unas ansias tremendas de saber todo lo que tenía a su alrededor, con ello las preguntas brotaban esperando las respuestas de su progenitor y a la vez muchas de las respuestas ella no se escuchaba,  porque su imaginación volaba antes de recibir respuesta alguna,  en mucha de las preguntas. ¿Por qué hay tantos monitos, loros, elefantes, lagartos, en este parque? ¿Qué animal es ese?, esa ave se llama flamenco hijita, ese nombre se le quedó grabado.
-Papá cómprame un flamenco, para tenerlo en mi cuarto.
-No hijita los flamencos no se crían en la casa, ellos quieren espacio, en una casa se mueren de pena, porque ellos viven en humedales, en este parque no viven sólo han llegado de visita.
-Y cómo saben que hay agua acá.
Porque ellos vuelan y desde lo alto y miran las lagunas saladas o dulces y se bajan a refrescarse en sus aguas.
-Si le ponemos agua en mi cuarto si puede vivir.
-Ellos viven en grandes grupos solos  se mueren de pena, tú quieres que se muera.
-No.
-Además ellos comen micro organismos que no venden en el mercado y si no come también se muere.
Caminaron varias horas tomó refrescos y comió los platos típicos que compartió con su padre, por la noche al momento de acostarse como de costumbre rezó su Padre nuestro recordando lo que se había divertido con su padre y de pronto se vio en un campo verde con un camino estrecho  por el que sin querer caminaba contenta y saltando al voltear a su derecha miró que un ave también saltaba contenta y ambos caminaban entre árboles pomposos y un piso de color amarrillo naranja rojizo, de las hojas caídas de los árboles, los troncos de los árboles eran de color chocolate y el aire era puro y fresco, ella volteó y miró bien al pájaro que estaba con ella tenía el pico, cuello, y patas muy largas, su plumaje era blanco en el cuello, pecho y abdomen, y de un rojo intenso la cabeza cola y dorso de las alas, pico y parte superior del pico, y preguntó:
-¿Quién eres tú?
-Me llamó Flamenquín, y he venido para ser tu guía, para que puedas pasear conmigo por este bosque que es diferente a los otros.
-¿Y tú de dónde vienes? Pregunto la niña
-Para algunos vengo de unos sueños, pero yo te voy a decir una cosita, yo vengo de tomar medidas al río largo, y si no me crees te voy a enseñar mi medidor de longitudes. Metiendo la mano emplumada entre sus plumas del pecho sacó una varita y le enseñó, mira en este cuadradito cuando yo voy volando y cuando quiero medir las distancias me va indicando toda la distancia, por ejemplo, ven sube en mí y volemos por el río largo.
-¿Cuál es el río largo?
-Algunos le dicen Amazonas, pero nosotros le llamamos el río largo, si te digo cuánto mide, me prometes no contarle a nadie, porque este río largo mide nada menos que 6,275 km. Desde los Andes que son unos cerros que me atraen  por su altura y en algunos lugares por su frío, hasta el Océano Atlántico. En los Andes tengo unos amigos entre ellos condorín, al que ustedes le dicen cóndor, es un caballero serio y siempre tiene una bufanda en el cuello, será porque el pobre tiene cabeza y cuello desnudo, pero es grande, imagínate que mide un metro de longitud y tres metros de envergadura.
-¿Y qué es envergadura?
-Bueno es la distancia que hay entre los extremos de sus alas, mira él cuando vuela parece un avión, siempre elegante con su color negro azulado y su espalda blanca, al igual que un avión de guerra, es mi compadre condorín, y cuando se para todo aristocrático se le puede ver sus hermosos pies negros, bueno ustedes le llaman patas y eso sólo porque nos discriminan, porque igual nos sirven de soporte para caminar. ¡Mira! Vez ese color azulado? sabes qué es?
-Sí, es el mar.
-No chiquilla, ése es el río largo, es un río hermoso pero cuidado con las pirañas que se encuentran escondidas en el agua, son capaces de devorarte, con sus dientes filudos, a pesar de ser pequeños atacan en grandes grupos y devoran al pobre ganado cuando cruza el río largo.
-Yo también conozco otros pirañas que atacan en grupo pero solamente roban, no te comen, porque sino serían caníbales.
-¿Qué son caníbales? Pregunto Flamenquín.
-Son persona que comen a otras personas.
-Éstas pirañas son peces y tus pirañas son niños que se encuentran en estado de abandono ya sea por sus padres o por su sociedad que es tan indiferente entre unos y otros.
Bueno solamente se dedican a criticar o a chismosear como lo hacía Ña Catita, sin importarle el daño que hacía a sus semejantes que se amaban, y que ella destruía ese amor entre ellos.
Es por ello que a los pobres niños abandonados, o las personas que trabajan recogiendo los desperdicios de alimentos, solamente los critican y los desprecian sin siquiera hacer el intento de ayudarles, y  les dicen los gallinazos sin plumas.
-Tú conoces a Ña Catita.
- No pero lo he leído, fue escrita por un autor peruano de nombre: Manuel  Asencio Segura
 porque yo soy un ave muy culta;  dile a tu papá que te lo cuente.
-Pero regresemos al tema dijo Flamenquín.
-Estos peces tienen los dientes grandes y un hambre insaciable, no tienen conciencia como tienen los seres humanos, solamente actúan por instinto. Pero el río largo tiene lugares hermosos en donde se bañan muchos animales y otros lugares en donde se bañan mis amigos de las tribus, ellos son de costumbres extrañas para ti que amas a Dios. Mira ese pez se llama bocachico, es maravilloso y juguetón, el nada alegre y pareciera que cambia de colores en el agua.
-Mira Flamenquín que hermosos patitos y que grandotes.
-¿Cuál?, escóndete, esos no son patos de verdad son brujos, que han salido a danzar para hacer daño a la gente.
-Sí ¿Y, qué son brujos Flamenquín?
-Son hombres a los que se le atribuyen poderes mágicos obtenidos del diablo, escucha, cómo se ríen y cómo hablan, si te ven te convierten en sapo, porque son malos, mira la que tiene pico pintado de rojo en la punta es bruja, después se quedan desnudos, hacen danzas y caminan por el fuego entregando sus pedidos al diablo, pero para tener poderes dicen, que tienen que entregar  un ser querido al diablo, al que le llaman compadre, otros le dicen compacto.
-Si flamenquín vámonos, porque yo soy una hijita de Dios y sólo el me cuida.
-Si mi niña, vamos, entonces flamenquín comenzó a volar hasta llegar a las nubes, dándose cuenta que mientras más alto estaba mejor era la vista al mundo que estaba bajo ella, pero a la vez el mundo era más pequeño.
-Flamenquín en donde estamos, en las nubes.
-Estamos en dónde viven los ángeles?
-No ellos viven mucho más lejos.
-Por qué los brujos hacen eso y matan a sus seres queridos para darle al diablo?
-Porque el   Diablo les miente Dianita, les ofrece fama y dinero, pero él no es el dueño del mundo, Dios es el dueño de todo.
-Y  por qué Dios no los mata Flamenquín.
-Todo aquel que no cree en Dios Ya está muerto niña.
-Flamenquín,  pero esos muñecos con esas agujas que vimos para qué son?
-Jajajaja ellos hacen eso para herir a las personas, con los falsos poderes del diablo Dianita.
-Pero los brujos también creen en Dios Flamenquín.
-No Dianita, aquel que se va por un camino equivocado no es de Dios, salvo que se corrija.
-No te entiendo Flamenquín.
-Si el brujo se arrepiente de corazón será perdonado, porque en la biblia dice: (Deuteronomio X-10 al 13) Dios les pide solamente que le honren y que sigan todos sus caminos; que lo amen y lo adoren con todo su corazón y con toda su alma. Y que cumplan todos  sus  mandamientos y sus leyes para que les vaya bien.
-Flamenquín  pero el diablo los hace ricos y les ofrece poder terrenos, fabricas, naciones  y si ellos son malos que entregan a sus familiares también van a ser malos con los demás.
-Dianita ellos no tienen nada, porque en la biblia dice: (Deuteronomio X-14) tengan en cuenta que del Señor su Dios son los cielos y lo más alto de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella.
-Entonces Flamenquín todo aquel que intenta ser más que Dios es un tonto, porque la grandeza de Dios es interminable.
-A si es mi niña, mi visita termina y te dejo en tu camita, para que seas feliz con tu mamita, que Dios te bendiga.
De pronto escucho otra voz familiar que le llamaba.
Dianita mi niña despierte, ya es hora de levantarse, venga con mamita, es hora de dejar la camita. 

Willder  Gamarra Soles.

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