miércoles, 1 de septiembre de 2010

LA APUESTA, LA FAMILIA Y LA FELICIDAD.



 


LA  APUESTA
Parte 1




La mesa vacía, parecía tener muchos recuerdos o, talvez la soledad  le traía muchos recuerdos, el viejo sonreía, parecía estar viviendo otros momentos lejos de su realidad.
Recordaba a sus hermanos y su madre de quién según él había aprendido que todos tenían que ayudarse como hermanos, pero él también fue testigo de cómo esa mujer ayudo a tanta gente, que no era pariente suyo, lo más importante es ver como son felices, pues la felicidad que ves en ellos,  Dios desde los cielos te recompensará y  te bendice para que siempre estés protegido, ella les contaba sus anécdotas, reales o inventadas no lo se, pero siempre conversaba de su padre, era el tema preferido de ella hablar de su padre, no se cansaba de hablar de él aunque en muchas ocasiones repetía lo mismo, para ella no existía novedades, siempre estaba en su casa solo salía para el cumpleaños de la abuela, su madre que aún estaba viva, cuando murió la abuela, ya casi ni salía vivía sólo para sus hijos, por quienes trabajaba tanto que por las noches se quejaba a solas en su cuarto para que nadie le escuche, nunca se quejó de nada delante de ellos pues siempre se jactaba de haber sido fuerte y que su padre le alimento con leche de cabra negra que era la mejor leche, aún mejor que la leche de vaca, porque en sus tiempos si se tomaba buena leche y no como la leche que traían las señoras de Moche, que según ella era más agua que leche, porque no daba buena nata, que a ella no le iban a engañar porque  ella había tomado leche sin agua y que esa leche tenía una nata cremosa la que se recogía en cantidades, para después batirla, se le agregaba sal y se preparaba el queso, y que el pan que vendían ahora parecían píldoras, todos aguachentos,  que no tenían ni miga.

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