domingo, 29 de septiembre de 2013

HISTORIA DE MARCOS ÁVILA.

HISTORIA DE MARCOS ÁVILA.
Marcos Ávila y su madre tenían su casita en el campo,  alejado del pueblo, para él era el lugar más hermoso de la tierra, era feliz le gustaba cantar, correr por el campo, disfrutar del aire libre.
En el pueblo siempre hablaban de la cueva de la bruja, lugar que nadie frecuentaba, pero que les daba cierta inquietud, por saber cómo era por dentro, pues, hasta los más valientes del pueblo habían desistido investigar el dilema de las historias sobre la bruja mala.
De su casita tenía que caminar hasta llegar al Río, el camino entre los árboles verdes, eran acompañados por el sonido de las hojas secas en el piso, sin embargo la luz solar iluminaba todo el pasaje. Se respiraba un  aire puro que restablecía el trabajo pulmonar.
Marcos día a día pensaba en la cueva de la bruja, preguntaba sobre ella, tanto así que se le convirtió en una obsesión.
Un día lleno de sol y donde el calor primaba, Marcos Ávila salió a caminar como siempre lo hacía. Se podían observar hermosos paisajes y se podían escuchar los pájaros cantando, mientras brillaba el sol en su rostro, ese día camino más de lo acostumbrado como si algo le atrajese al camino del río, solo en su travesía, se encamino por ese pasaje solitario, llegó al río caminando a su lado izquierdo a unos kilómetros encontró una cataratas que de dividían las aguas en tres ramales, camino un poco más y cruzó ramal por ramal.
De pronto, Marcos  halló una cueva y después de meditar y meditar, decidió entrar en ella. El sol estaba a punto de ocultarse y los pajarillos producían un sonido cada vez más tenue, puesto que pronto anochecería.
 Marcos se preguntó: ¿qué habrá dentro de la cueva? Luego de tanto pensar si entraría o no en ella, tomó la decisión de penetrarla.
A medida que entraba en ella, se podía sentir un aire frío escalofriante, que arrastraba unos gritos desgarradores del interior de la cueva. Marcos al oír esto, quedó lleno de miedo, pero había una fuerza superior a su instinto aventurero que le sedujo a continuar investigando, llegando a lo profundo de la cueva, donde era más obscuro, Marcos comenzó a divisar siluetas, que venían y se iban, mientras otras lloraban dentro de unos círculos de fuego, el terror estaba frente a él, una de las siluetas era de una joven con traje blanco sucio con pelo mojado desgreñado, dos mechones de pelos caían sobre su rostro que era pálido, con labios resecos, ojos potos oscuros que arrastraba unos palos que se convertían en lujuria, después los mismos palos la golpeaban fuertemente,  otra mujer estaba en un círculo de fuego con su cuerpo lleno de ampollas que reventaban, para después desaparecer y nuevamente hincharse hacerla sufrir y desaparecer, otros se encontraban en unas arenas en la que se cortaban entre ellos incluso seccionándole el uno al otro parte de su cuerpo, pero todos gritaban llorosos diciendo ya no ya basta, perdón, perdón, pero nadie les escuchaba,  otros eran empujados y ultrajados hasta ser lastimados, otros les cortaban las manos después de coger oro y plata, otros comían y comían hasta reventar sus barrigas, estas se curaban para volver a empezar, querían resistirse pero no podían.

  
Entonces distinguió que se acercaba una mujer quien traía traje de bruja; se podían escuchar su pasos lentos, no se apresuraba en su llegada, sin embargo ya sabía de la presencia de Marcos Ávila,  en sus manos portaba una escoba y un montón de frasquitos que al parecer contenían algo en su interior.
Por la entrada de la cueva se podía percibir una leve luz de la luna, que daba cuenta que avía anochecido, se podía escuchar los aullidos de los perros, los cuales eran semejantes a los de los lobos. Los murciélagos, pendían de las paredes y volaban por el techo de la cueva, produciendo chirridos.
Marcos pensaba que era el final de sus días y por un instante pensó en huir de ese lugar por las cosas que había visto y oído. Su rostro se mostró pálido, cuando la bruja volteó a verle. Los murciélagos, dejaron de chillar, para dar paso al sonido de un viento congelante, que al parecer provenía del fondo la cueva. Marcos ocultaba su cara entre sus pequeñas manos y del miedo, sus dientes crujían constantemente, el sonido de los quejidos eran más escalofriantes que la misma figura de la bruja en la noche.
La bruja una vez acercándose lentamente a Marcos, dijo:
-          ¿Qué haces en mi cueva?
Marcos lleno de miedo dijo:
-          Na…da, …yo,…yo, …na…da.
Ella se le quedó viendo fijamente a los ojos llenos de miedo de Marcos; entonces la bruja echó a reír, con una risa cargada de maldad, la cual se podía escuchar en toda la cueva.
La bruja, tomó uno de los frasquitos y lo abrió; un fuerte viento sopló y los murciélagos se ocultaron por entre los orificios de las rocas. Luego con un conjuro hizo que salieran estrellas de él y luego se escucharon unas campanas fúnebres, semejantes a las de las iglesias antiguas, tras ese sonido como trotes de caballos que arrastraban carretas y otros gritos que decían perdón, perdón, pero los gritos eran como que venías de lugares lejas, gritos como de otros tiempos y en otras lenguas sin embargo él las entendía, en otro circulo de fuego miró como las mujeres escuchaban aterrorizadas un gritó de bebe que salía de su vientres, esto les producía locura y llanto, después de esto ellas mismas recogían de sus partes unas placentas y no nacidos que trataban de botarlos pero una fuerza superior las llevaba a su baca para ser ingeridos, arrojaban y volvían a comer lo arrojado, entre llantos y gritos pidiendo piedad, otras personas estaban en otros círculos con imágenes idolatras, golpeándose la cabeza fuertemente contra esas imágenes hasta hacerse heridas.

Posteriormente, destapó los otros frascos que quedaban y de ellos salían estrellas de todos los tamaños y colores, a las cuales les cubrió un humo negro que fue consumiéndolas poco a poco.

Marcos quedó atónito ante tal hecho, y no pudo articular palabra alguna, puesto que era invadido por un miedo que no había sentido antes en su vida. Marcos se mostró sorprendido que ante tal hecho  se arrepintió de haber ido a ese lugar.

La bruja lanzó otro conjuro y por una de las paredes de la cueva, se abrió un túnel estrecho y largo que parecía que llegaba hasta el fin del mundo y más. Marcos volteó la cabeza hacía donde se hallaba el túnel y pudo divisar pequeños seres negros asomándose, los pequeños seres se disponían a emerger del túnel, portando en sus manitas unos papeles viejos y se podía escuchar un sonido de un órgano de tubos, tocando una música infernal. Pero antes de que los extraños seres salieran, la bruja lanzó un conjuro en un idioma muy extraño que parecía fuera de este mundo.

Estos seres después de esto, desaparecieron y de repente, aparecieron detrás de Marcos, entonces la bruja le dijo:
-          Es tu hora , es tu hora , jajajajajaja,  tú mismo has venido antes que yo te busqué, él quedó en silencio, una luz resplandeció justo a su costado derecho, esa luz era de un ser alado, que mirando a la bruja contestó.  
-          Marcos, está en este lugar no por tu voluntad, ni por voluntad de él.
-          Él tiene que llevar un mensaje a su pueblo y al mundo de lo que ha visto y de lo que sufrirán eternamente si no hacen lo que Dios quiere.
-          Marcos lo que tú viste, es lo que les pasará si siguen en el camino oscuro, de la maldad, el Señor les hará sufrir con llagas incurables y con enfermedades, y con tumores que no podrán curarse.
-          También les hará padecer de locura, ceguera, confusión, nada de lo que hagan les saldrá bien, andarán oprimidos, explotados y nadie vendrá en su ayuda. Se comprometerán para casarse y otros se acostarán con la prometida, construirán su casa y no llegarán a habitarla, plantarás un viñedo pero no lo disfrutarás.
-          Pero si hacen lo que Dios les enseño, compartirán sus días eternos con los hijos de la luz.
-          Él Señor dice:
-          Mi mensajero está  diciendo al mundo que reflexionen, cambien y me amen, yo soy su Dios, su único Dios, y mi Hijo el Camino para llegar a Mí.
Al salir de la cueva encontró un grupo de gente que lo buscaba, entre ellos estaba su madre, al verlo salir, se quedaron sorprendidos, un brillo de blancura rodeaba su cuerpo, su rostro expresaba paz.
Su madre, preocupada y asustada a la vez le preguntó.
-          ¿Qué haces en este lugar llevamos días buscándote?
Él contestó, lo que el Ángel dijo:
-          He venido a este lugar no por propia voluntad, un fuerza interior me hizo entrar a la cueva, en donde he visto y escuchado cosas nunca vistas, además de una bruja y un Ángel, que me indicó, que les transmita esté mensaje a ustedes y al mundo entero, de lo que sufrirán si no hacen lo que Dios Quiere que hagan.  
A la fecha Marcos, está contándoles a todos lo que le sucedió y lo les sucederá si no cambian y hacen las cosas de Dios.
Willder Gamarra Soles
Bladimir Tupiza Caluña.
Trujillo- Perú.
29.09.2013.

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