sábado, 23 de octubre de 2010

EL NACIMIENTO (LA NEGACION DE UN HIJO, LA HISTORIA TRANSGENERACIONAL, EL MACHISMO, EL AMOR DE DIOS, DIANITA)







EL NACIMIENTO (LA NEGACION DE UN HIJO, LA HISTORIA TRANSGENERACIONAL, EL MACHISMO, EL AMOR DE DIOS, DIANITA)


Hoy es la noche más triste de mi vida, hay tanta tristeza en mí como cuando el día mismo que nací, nací no porque quise yo llegar al mundo si no porque tenía que llegar, sus dedos golpeteaban la mesa y cada uno de ellos tenía algo diferente que contar, cómo he nacido, nadie me lo contó, si fueron felices mis padres al verme nacer tampoco me lo dijeron, creo dijo el viejo, que nadie se alegró con mi nacimiento, con él empezó la desgracia y sufrimiento de mi madre ante la actitud de un padre despiadado, que jamás supo querer, ni mucho menos amar, sólo sentía en él satisfacción, pero como primer regalo lo había negado, esa negación que dan lo iracundos, por librarse de algo que es suyo pero que prefieren botarlo, regalarlo, escupirlo, negarlo, su padre lo había negado y él no era nada ni nadie para reclamar, era un pobre y triste indefenso algo que no se prestaba por si sólo, no hablaba, no caminaba, no pensaba, era sólo un poco de carne con huesos a la espera de algo de cariño, si no había amor; pero el cariño le había sido negado, el amor no existía para él, no había llegado al mundo para ser amado, quizás tendría que mendigar cariño con el paso del tiempo, eso, en ese momento de su nacimiento no era lo más importante, lo más importante era que ese hombre que había engendrado a su madre le de un  poco de calor, ropa alimentos, para poder empezar a vivir,    pero el que se llamaba papá era tan duro como el hierro, botó al niño y a su madre, largo fuera que me traes, a este miserable, y no lo quiero, no es mi hijo, no soy su padre, su madre volteo sus ojos a la calle hambrienta de pobreza y desdicha  para sin rumbo con  él en brazos caminar sin destino en la oscura noche, la lluvia presta a matar, con sus gotas enfermaron al inocente, cargó esperando un  bus para trasladarse lejos del que en un tiempo fue el amor de su vida, que era el amor de su vida pero que lo echaba fuera de ese cariño mentiroso y rufián por ella, abrazando al niño que era el comienzo de su desgracia pero producto de un gran amor se encamino entre sollozos, la noche testigo de su dolor acompañó humedeciéndola en llanto y lluvia,   agarró su detente del Señor de los Milagros y besándolo le pidió al hijo de Dios su ayuda, abrazando a su retoño, pegada a la pared más cercana sacó su pecho para alimentar a su crio, era larga la noche, el bus no llegaba y ella parada en la soledad, indefensa, pero con gran valor lloraba su desamparo, padre mío tu que me has amado tanto en vida ayúdame cuídame no dejes que me pase algo, ruega a nuestro Dios para que me cuide, padre que estás cerca de nuestro Dios te pido por favor me cuides, estoy sola con mi bebé, tengo miedo, tengo pena, tengo dolor en mi pecho, tengo  desesperación, por favor Dios mío no permitas que me desmaye, que me pase algo que le pase algo a mi niño, parada y cansada buscó un poste para recostarse, la ciudad era pequeña, casi un pueblo y los buses pasaban sólo a unas horas determinadas, ella hasta unas horas antes tenía su casa en ese pueblo, con su amado, pero ahora estaba parada en ese poste, miró a lo lejos que unas siluetas se acercaban, eran siluetas de hombres ebrios que hablaban groserías, entre ellos, reían fuertemente y pateaban todo lo que encontraban en el asfalto, ella comenzó a orar con más miedo y desesperación. Uno de ellos la divisó, miren una hembrita, otro dijo tiene algo entre sus brazos, es un bebé dijo un tercero, hasta que nos ligó, dijo el primero, pero uno de ellos, ella jamás supo quién, dijo: no la toquen pobrecita está indefensa, abandonada y con su hijito, el otro contestó y eso que, a lo que replicó si la tocas te mueres hoy mismo.
Ella no levantó los ojos sólo oraba por su hijito ya ni siquiera por ella, sólo por el fruto de su vientre, la pobre pasó la noche sentada junto al poste y a eso de las cinco de la mañana nuevamente divisó dos siluetas de dos personas, era una pareja no sintió el temor de antes, sólo les miró venir, él parecía familiar y ella estaba embarazada, le parecía que el mundo se le venía encima, las lágrimas y el sollozo que contuvo le parecieron minutos interminables, él  ya volteaba a mirarla pero la mujer le tomó la cabeza y le besó fuertemente, luego se abrazó más fuerte de él y dio una tremenda carcajada como para despertar a todos los dormidos, cuando le miró ya volteaban  la esquina dirigiéndose a lo que una vez fue su hogar, lloró nuevamente, de forma  inconsolable, al llanto de su madre se sumaba su llanto inocente, desesperado de hambre o quizás ya sintiendo sufrimiento por el desprecio de su padre,  por qué Señor mío, se preguntaba, por qué, si él decía que me amaba, la pobre mujer despertó con el llanto del bebé se había quedado dormida, miró a su alrededor y sacó su ceno para lactar a su niño.
En el bus recordó,  a su padre, a su abuelo, cuando aún era una niña le decía mi engreída, mi pequeña, mi bebé, siempre serás mi bebé aunque estés grande siempre serás mi bebé porque para mí nunca habrás crecido. Había tenido una infancia formidable muy querida por sus padres, en especial por su padre, que siempre estaba atento a su necesidades, recordó cuando jugaba con sus hermanos corriendo por las orillas del mar o cuando la paseaban en una chalana en el pequeño lago formado naturalmente cerca de su casa, las veces que se reían juntos y los momentos en  que reunidos en la mesa del hogar su padre siempre decía que aquel padre que no amaba su hijo es porque tampoco amó a su mujer, porque aquel que ama a su mujer debe respetarla y quererla, y no querer a sus hijos significaba una falta de respeto a ella, recordó que su padre les aconsejaba que a sus hijos hay que amarlos desde pequeños porque desde pequeños ellos forman su autoestima, es por ello que yo siempre he tratado que ustedes mismos se sientan bien, pero su niño era vulnerable, cómo iba a crecer, Señor mío dame las fuerzas necesarias para yo poder orientar y cuidar de mi niño, dame Señor la sabiduría necesaria para hacerlo que siempre confié en mi como yo confíe en mi padre, para darle ánimo e interés para que pueda estudiar y pueda algún día realizar sus sueños, has Señor que siempre le de afecto y cariño, que siempre sea su madre y padre para que no se sienta sólo,  sino amado, para que no crezca tímido, Señor mío que jamás yo lo abandone por más necesitada o adverso sea mi destino.
Su padre había sido infiel a su madre, esa existencia de otra mujer escondida fue  la razón para romper la relación con su madre, acaso su madre no alcanzó ser  la expectativa de su padre, por qué no conversaron no trataron de solucionar o ponerse de acuerdo, por qué tuvo que recurrir a la infidelidad sin pensar el daño que haría a la mujer con quien se casó en lo  civil  y ante la ley de Dios, por qué a este hombre le resultó más fácil la infidelidad, de repente su padre quiso demostrar que era más masculino, quizás fue presionado por la sociedad y fue tan inmaduro que cayó tan fácilmente, por qué su madre no se dio cuenta a tiempo,  quizás ella también no le prestó la debida atención, no observó el comportamiento de su padre,  cuáles habrían sido sus problemas, sexuales, emocionales, económicos, intelectuales, quizás fue demasiado celoso ante la exuberante belleza de su madre, en resumen el asunto fue que ni siquiera la abandonó dejándola en su casa sino que la botó de su misma casa  para meter a la otra mujer en la casa de su señora esposa, eso si era algo inhumano y quién haría algo inhumano sólo un ser sin sentimientos, una  persona desalmada, botar a su mujer con un hijo recién nacido, es no tener sangre en la cara, el botarlos era más cruel que matarlos, el abandonarlos al frío inclemente y al peligro de la noche, de los días de los abusos de los hombres perversos era como si un odio interno se le hubiese escapado, no pensar que su niño podía terminar como ladrón, esclavo, sirviente, abusado o prostituido, era peor que dejarlo ante la maldad de una madrastra, porque no todas son iguales, un niño sin esperanza de esperar la más ligera caricia por parte de su padre, estos niños crecen con miedo sin esperanza, sin protección.
-Porqué lloras niña, preguntó la anciana que rea una señora alta de 1.70 mtr con un bastón en la mano, como llegó a su lado no se percató, vestía con un vestido blanco con dos bolsillos delante, tenía un sonrisa infantil y su voz era suave y tierna como la de una niña, su cabecita cana tenía dos moñitos con unos lazos celestes, sus zapatos eran de cuero marrón como echo con tiras gruesas  y dejaban espacios entre las tiras, una de ellas surcaba el talón por la parte superior para sujetarse con un broche por debajo del tobillo
-Por nada señora, contestó la madre con su niño en brazos.
-Y su padre?
-La madre lo abrazó y sollozó.
-Niña el que te aborrezca no merece tus lágrimas, y aquella persona que las merezca, jamás te hará llorar, porque ella te cuidaría.
-No llores niña
-Tengo miedo – dijo temblorosamente.
-No temas a las tinieblas, si llevas la luz dentro de ti, ese niño es tu protección y fuerza, esa fuerza te hará avanzar y los perros no ladran a los que vencen.
-Cómo podré vencer sola.
-Ten optimismo hija, espera que el viento cambie. Contestó la anciana.
-Todos se burlarán de mí al verme llegar.
-Nadie lo hará, con el tiempo vas hacer admirada y tu descendencia te amará cuando sepa tu historia, recuerda salmo 7, Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame,2no sea que desgarren mi alma cual león y me destrocen sin que haya quien me libre.[1]
-Pero este es mí niño sin casa, que no espera la más ligera caricia de su padre, tengo miedo, él acaso tiene la culpa de que su padre lo abandone, por qué el tiene que repetir lo que hizo su padre con él y hacer lo mismo con mi hijo, por qué se tiene que repetir la misma historia, porque tenía que ser parte de esa historia transgeneracional.
-Hija mía demuéstrale al niño mucho afecto, para que él rompa esa historia transgeneracional, si el padre ha perdido su ubicación tradicional dentro de la familia, tu debes ser independiente, la anciana se sujeto del bastón,  se levantó con una voz como que se despedía, como que el tiempo para estar a su lado se terminaba, como que escondía tristeza al marcharse le dijo: insiste en la línea de vida que te he manifestado, entra en la competencia, tu hijo hará lo mismo y vencerá. Demuestra que la familia puede hacerse sola en la tierra, abrázate del amor de Dios y vencerás, ten fe yo soy carne de tu carne  y huesos de tus huesos, tu vencerás; recuerda pide a nuestro Dios diciendo: ¡Levántate, señor Dios mío, en tu ira!¡Álzate en contra de la furia de mis angustiadores y despierta en favor mío el juicio que mandaste![2] Porque soy inocente Padre mío.
Al momento que la anciana se alejaba, recién se da cuenta que era invidente, pues se guiaba con el bastón, entonces le dijo:
-Cómo te llamasss?
-La anciana contestó con una voz de niña: Dianiataa.
Ella se asusto pero la niña le dijo:
-No temas, porque tengo permiso de Dios.
La mesa continuaba con el golpeteo de los dedos al ritmo del hilván de los pensamientos. Habré nacido como un monstruo, para que me odie mi padre, o era tanto su afán de andar con otra mujer que no le dejo amar a la madre de su hijo, porque un hombre abandona a su familia, porque no la ama, por qué es un inmaduro, porque solo le interesa la diversión, porque no es responsable cuando paso el tiempo y tuvo uso de razón se enteraría que tenía una hermana con la que hablaría una o dos veces en toda su vida, ella no era la culpable de nada solo era un ser que si había tenido la suerte de tener un amor paternal, quizás por esa razón el amaba tanto a los niños, porque el nunca fue amado de niño, el viejo tomó la taza movió el contenido con una cuchara y tomó un sorbo,  como es la vida dijo, detrás de ella también tuvo otra hija, una hermana  a la que nunca conoció, pero que en el día de la muerte de su padre  no estuvo ni la hermana que conoció, ni la hermana que no conoció, y gracias a Dios él si estuvo, en representación de todos los consanguíneos por causa de ese hombre llamado papá.
Recordó el día de la muerte de su padre,  estaba solo en una cama él se acercó le tomo su mano le acaricio la frente, le marcó una cruz imaginaria con su dedo pulgar derecho, posteriormente beso la frente de su padre  diciéndole, padre Dios me ha dado la dicha de despedirte, ya que nunca he podido besarte, perdóname si con este beso te ofendo, pero ten la seguridad que te lo doy con mucho amor, quiero que sepas que mi abuela  linda, tu madre,  a quién pronto veras en el cielo, me dijo que tú cuando yo nací me negaste, quiero que sepas que durante buen tiempo no sentí nada por ti, más que odio y desprecio, pero que he cambiado y estoy aquí por que en realidad te amo, porque he rogado tanto a mi Dios por ti como en algún momento alguien rogo por mí, padre quiero que me perdones si en algo te ofendí, por mi parte yo no tengo nada que perdonarte ya que los hijos no somos quienes para juzgar a nuestros padres, hoy quiero que ores conmigo, yo sé que no puedes hablar pero si me estas escuchando y quiero que en tu mente repitas lo que voy a decir o que solamente digas lo que dice mi hijo lo dice también por mí,  porque es mi hijo y me ama.
Y comenzó a orar diciendo: Porque en realidad te amo y desde años te he amado de verdad, Señor mío Padre celestial creador de todo cuanto existe, a Ti Señor mío te alabo y siempre te alabé y alabaré, te ensalzaré siempre eternamente, porque tú me diste la vida, porque tú me recoges Señor,  te pido que me perdones todos mis errores,  mis pecados,  me recibas señor en tus brazos por que yo también soy tu creación,  tu hijo, perdóname Señor te pido con todo mi corazón, mis fuerzas , mi pensamiento, mi alma, y mi amor. Gloria a ti Señor amado, bendito eres Señor perfecto, el triunfo es tuyo Dios único y verdadero, recíbeme Señor porque sólo sin ti no soy nada, cuida de los míos que quedan aún en esta tierra,  cuida de los enfermos y desamparados. Recordó que nuevamente se acercó y le beso la frente diciéndole te amo, por favor ruega a nuestro Dios para vernos en los cielos también, Amen.





1 comentario:

Tatiana Chang dijo...

Hola que tal, te quiero invitar a que formes parte de un nuevo directorio de webs-blogs

http://directorio-peru.blogspot.com/

Saludos