sábado, 30 de julio de 2011

SI ME QUIERES






SI ME QUIERES


El muchacho enamorado siempre esta diciendo a su chica, muñequita mía si me quieres no camines con esa persona, y espera que ella no camine con la persona que el dice que no camine, recuerda insiste él.
Ella mi amor lastimosamente tiene mala fama y el refrán dice dime con quién andas y te diré quien eres.
Espera siempre una respuesta positiva de su chica, porque la ama y espera lo mejor con ella, porque ella va a ser la mujer de toda su vida y por lo tanto tiene que cuidarla, guiarla se conduzca  por el mejor camino, ya que va a ser su compañera de toda su vida.

La madre siempre está aconsejando a su hijito, porque quiere que su pequeño camine seguro y no corra peligros ni en su casa, ni con sus amigos, ni en la escuela, ni en el colegio, ni en las excursiones, ella siempre está deseando lo mejor par su hijo.

El buen profesor cuando ve un alumno destacado quiere que ese alumno siempre se supere y si es posible lo supere porque es un buen profesor y no tiene egoísmos y espera buenos resultados de su discípulo.

Marcos es un muchacho que estudiaba en un internado, engañado por sus padres que más deseaban su libertad que cuidar a su menor hijo, inicialmente estaban a su lado lo llevaban a la escuela, lo recogían, pero terminada la primaria ellos tuvieron un problema sentimental, el engañó a su mujer con una jovencita, y esto trae la separación, pero en ninguno quiso responsabilizarse del niño, como si el tuviese culpa de lo sucedido, como si el fuese un estorbo, ella aducía que quería rehacer su vida, él que no tenía tiempo para cuidarlo, lo ingresaron en un internado y ambos se olvidaron al primogénito de su amor,  el primer año fue desesperante para el niño que siempre estuvo junto a sus padres de un momento a otro se sentía solo y triste, pero aún  así el estudio y sacó los mejores calificativos,  espero con ansías el día de la clausura, y grande fue su tristeza cuando no llego ninguno de los dos, ni su padre, ni su madre, lloró desconsoladamente, espero día a día lo recogiesen para ir a su lado los días de vacaciones, el tutor salio de vacaciones no tenía a ningún amigo de confianza con quién conversar el padre director viajó a España, el regente, estaba de vacaciones y solamente iba una vez por semana, además no le tenía confianza porque no era bueno con él y siempre le gritaba, quizás porque él no tenía un padre o una madre que lo visitasen, los demás le decían “EL LIBRO OLVIDADO” porque sus dueños nunca lo buscaban,  el único que le conversaba era el hermano Juan.
Juan el hermano de la congregación, realizaba la limpieza y las reparaciones de los muebles del colegio, él lo consolaba y le decía lo más importante hijo mío en la vida es amar y no esperar ser amado, por eso yo hijo mío siempre digo yo he venido al mundo a amar y no a ser amado.
Hermano Juan ¿tú dónde nacisteis?
He nacido en Sevilla, hijo mío.
¿Por qué decidiste ser hermano?
Porque siempre desde pequeño he querido imitar a Jesús.
¿Y tus padres donde están?
Mi padre no se que será de su vida, pero mi madre vive aún en Sevilla y yo de lo que gano le envío todo los meses un dinerito que de algo le ha de servir, porque yo soy un apasionado del amor hacia mi madre, un buen hijo siempre debe de acordarse de su madre y siempre debe estar atento de lo que le pasa, uno jamás debe de dejarla de amar por mucho que uno sufra, porque ella nos trajo al mundo y nos cuido desde pequeños.
Pero a mí me ha olvidado –dijo Marcos- y yo siempre los he querido mucho, he sacado las mejores notas para que ellos estén contentos, me gusta ver a mi madre cuando se alegra y sonríe, me gusta hacer cualquier cosa con tal de verla reír,  pero ella no viene a verme y con eso me demuestra que yo no le intereso, y que no me quiere, que me a dejado de amar.
Hijo mío no juzgues a tú madre porque los hijos no somos los indicados para juzgar a nuestros padres, ya cuando venga te explicará sus motivos.
Que motivos hermano, no hay ningún motivo para dejar de querer a un hijo, si yo siempre le conversaba lo que nos decía el padre director, que nuestro Señor Jesús dio la vida por amor a nosotros.
Hijo mío no siempre uno tiene todo en la vida a veces Dios nos prueba desde pequeños para ver como somos de corazón y estamos aprendiendo a amar como Él nos enseño.
¿Y tú papá? –preguntó Marcos.
De mi padre no se que será, no se si me quiso alguna vez o si siempre fui una duda en su vida.
¿Por qué hermano?
Cuando estuve pequeño, mi abuela era ya una anciana, ella en un momento que estuvimos solos me dijo, hijito mío yo tengo algo que decirte, que considero que es mi obligación hablarlo contigo.
¿De que abuelita? Pregunte y ella me converso y me dijo, cuando tú ibas a nacer tú padre estaba inquieto con otra mujer y al mismo tiempo que tú madre estuvo en estado también estuvo en estado la otra mujer, pero cuando tú naciste tú padre te negó diciendo que tú no eras su hijo, pero eso lo dijo porque estaba inquieto.
¿Qué, a sí te dijo tú abuelita hermano? ¿Y tú que hiciste?
La verdad que al comienzo no le di importancia, pero al día siguiente las cosas cambiaron porque yo siempre deseaba tener como todos los chicos de mi edad a mi padre a mi lado, y eso se me clavo como un puñal en mi corazón y me desahogaba a golpe limpio, pero nunca con mis amigos, porque yo me hice una promesa que jamás le faltaría a un ser por el que sintiese cariño o amor, con el tiempo me di cuenta que nosotros no hemos venido al mundo a juzgar, porque no hay que ver la paja en ojo ajeno, mientras no saquemos la viga que tenemos en nuestro ojo, además como vamos a demostrar nuestro amor a Dios, sino demostramos nuestro perdón a nuestros semejantes.
El que sabe amar de verdad siempre desea lo mejor y evita que lo malo pueda afectar lo que él ama, entonces si tú amas  tienes que demostrarlo, igual que Él nos demostró que nos quería, quiere y querrá, porque Él el es el amor.

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