TÚ SABES COMO BUSCARME
No te vayas aferrar a tus amigos porque ellos no son eternos, tampoco te darán de comer y con el tiempo serán indiferente a tus problemas, los amigos de la infancia te olvidan o te ignoran muchas veces, los del jardín y de la escuela por lo regular se olvidan, los de colegio, universidad, trabajo, instituciones a todos respétalos y comparte con ellos, ve bien porque muchos de ellos tienen cominos equivocados, muchos querrán aprovecharse de una u otra manera de ti, otros serán nobles como tú, comparte con ellos las alegrías del momento pero sin hacer daño a nadie, escoge bien a tu verdadero amigo.
Esteban era un niño que considero a una familia cercana como si fuese la suya, creció rodeado de su calor familiar, pero con el correr del tiempo Esteban perdió su madre que era el sostén de su hogar, dejó sus estudios y comenzó a trabajar ante el odio y la indiferencia de su padre que deseaba verlo en las peores condiciones.
Esteban era una persona condescendiente a sus semejantes, oraba por todos y por su padre de quién no se explicaba su indiferencia.
Esteban se dedicó a realizar un trabajo artesanal y se esforzaba en la compra de sus herramientas, pero en la casa de la familia en donde trabajaba en esos tiempos, al ver su progreso lo sacaron sin razón alguna, al morir su madre su padre vendió la casa, con tal de no ver progresar a su hijo, el guardó sus herramientas por falta de local y por no tener medios para alquilar uno ya que se quedó sin dinero por ayudar a un amigo, los demás supuestos amigos en lugar de organizar una ayuda para él, decían:
-No dicen que el hace el dinero y ahora no tiene ni para comer ja, ja, ja. No tiene para curarse ja, ja, ja.
Esteban encontró un trabajo y con ese trabajo ayudo a su prima en sus estudios consiguiendo que ella termine y sea una profesional.
Esteban se casó y también fue abandonado por su mujer quedando solo ya que ella se llevó a su hijo a una ciudad lejana, sus amigos, sus parientes y las personas a quién ayudó alguna vez nunca estuvieron a su lado, nunca más.
Esteban se encontró ya en su avanzada edad con un joven en un hospital, con quién conversó varios días, porque Esteban estaba hospitalizado, tenía fiebre y a veces perdía el conocimiento, cuando despertaba encontraba siempre al mismo joven que era el que lo había llevado al hospital y a quién contó su vida con sus alegrías y sus penurias, preguntándole el joven.
¿Y usted que piensa de la ingratitud de su prima a quién ayudó a ser profesional?
-Nada- contestó Esteban- yo solo cumplí con ayudarle.
-¿Y de las personas a quién ayudó y se rieron de usted, que sabe de ellos?
-Están bien algunos han pasado por esta sala, pobres deben tener algún familiar enfermo, pero me saludaron, dijo sonriendo.
-¿Le han conversado? ¿Qué le preguntaron?
-Nada, sólo pasaron y me dijeron hola.
-¿Hola no, mas? Ni siquiera ¿Esteban como estás, que te pasó?
-No sólo hola y algunos solamente me levantaron apenas la cabeza.
-¿Y qué piensa de ellos?
-Nada, sólo que gracias a que los he visto pasar. Suspiró, sonrío y continuó diciendo con alegría- he recordado tantas cosas, muchas de ellas tan lindas, es que con alguno de ellos he compartido alimentos por meses y también hemos comido y bebido con mucha alegría.
-¿Bueno pero te ayudaron con sus alimentos buen tiempo?
-No, mi madre cuando viva les ayudó, gracias a su ayuda también han llegado a ser profesionales, y con los otros como todos los jóvenes nos hemos divertido y nos hemos querido mucho.
-¿Tú crees que te querían?
-No se, pero al menos, yo si los quería y los apreciaba mucho como si fuesen mis hermanos, aún ahora a pesar de que ya no me hablan, quizás porque no tengo que ofrecer, los sigo queriendo como antes, es que sentir eso por los amigos y sentirlo como si estuviésemos unidos es muy hermoso, quizás muchas personas no lo entiendan, quizás se burlan de los que hablas de esta manera, pero yo siempre voy hacer a sí, porque para esto he venido al mundo para amar aunque el resto no me ame.
-Joven quiero pedirte un favor, quiero que repitas conmigo una oración, en realidad no sé si es una oración, pero lo que si sé, que es lo que siento, quiero decirla por ellos, por los que no he visto hace tiempo y por tus padres.
Porque veo que eres un joven bueno, por todos los seres humanos que viven equivocados pensando en su presente, que no se dan cuenta que el presente no existe para el ser humano, que para el ser humano solo existe pasado y futuro; en el pasado están todos sus errores que arrastran y en su futuro todas las desgracias que les espera o quizás todas las dichas según sus actos.
Repite conmigo por favor que ya me siento cansado.
Señor Jesús que eres el camino a nuestro Dios.
Has llegar mis ruegos, Señor.
Para que Dios se apiade de los errores que cometemos.
Que ninguno de mis amigos tiene la culpa.
De su alejamiento hacia mi persona.
Porque quizá yo con mi comportamiento los he alejado.
Señor te pido que los cuides y que sean felices.
Que los hagas reflexionar para que estén siempre cerca de ti.
Te pido señor por los enfermos que se encuentran en los hospitales.
Que también son mis amigos aunque no me conozcan.
Por los que están en sus casas, en el campo, en las calles.
Te pido por los abandonados para que siempre tengan que comer y beber.
Te pido por los invidentes, por los mudos, por los paralíticos, por los sordos.
Por todos aquellos que tengan una enfermedad.
O alguna disminución física.
Por los que tengan el espíritu enfermo, o abandonado.
Para que rechacen el mal y estén contigo.
Señor ten piedad sólo somos seres humanos que jugamos a ser dioses.
Señor somos tu creación.
No nos destruyas.
Ten piedad de nosotros Señor.
Gracias Señor por escuchar mis ruegos.
-Joven estoy muy cansado dame tu mano, me siento sólo, veo todo oscuro, pero tú me das fuerzas, eres como un rayo de luz en mi vida que se extingue.
-Al tomarle la mano el joven le dijo a Esteban: Ven levántate, el Padre nos espera, tú eres el amigo que estaba buscando y a quién he venido a llevar.
¿Y tú, lector también serás el amigo que estoy buscando?
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