sábado, 29 de enero de 2011

SÓLO CUANDO TIENES DOLOR – VIENES AMI PARTE: 1 (Memorandum)





SÓLO CUANDO TIENES DOLOR – VIENES AMI
PARTE: 1
(Memorandum)



Elio tenía una casa grande con patio y tras patio que compró en una ocasión a un precio que de oportunidad, con el correr del tiempo Elio dejó de tener la misma holgura económica, empezó a distribuir su casa de tal modo que lo que iba después del tras patio lo adapto y empezó a construir habitaciones las que los alquilaba a jóvenes estudiantes o a matrimonios jóvenes, Elio perdió el trabajo y solamente tenía trabajos temporales, mientras hacía ahorros para poner un negocio.
 Elio era Un hombre que amaba mucho a su madre  un día llegó a verla y la encontró muy mal, estaba muy enferma,  la llevó al hospital, cuidó de ella y como estaba escaso de dinero gestionó un préstamo el mismo que demoraba, mientras gastó hasta el último céntimo en su madre amada, pasaron muchos días y a su madre tenían que sacarle análisis todos los días y le cambiaban la medicina en todo momento, los médicos no daban con su enfermedad, cuando se quedó sin dinero, se desespero se le iban las horas y empezó a caminar por los patios del hospital eran ya como las tres de la madrugada y clamo en la oscuridad de la noche “Señor ayúdame” tú sabes, ya no tengo dinero y sabes que todo lo poco que he tenido lo he dado con amor, ayúdame Señor ten piedad de mi y de mi madre ayúdame a sanarla para que no se muera mi madrecita.
Elio habló con todo su corazón, el había actuado con todo su amor, caminaba de un lado a otro, regresaba la miraba y oraba, hace cuanto tiempo que no la hacía,  el silencio y la oscuridad del hospital no era un impedimento para sus oraciones, sentía ganas de gritar, pero se contenía por n o crear problemas o asustar a alguien, que hago Señor mío, mañana tiene sus análisis nuevamente le cambiaran la medicina, que voy hacer a quién recurro no tengo quién me ayude, solo Tú mi Señor, no me abandones te lo pido de corazón por mi madre Señor mío, entonces se acercó una sombra que le dijo:
Señor está prohibido caminar por está zona, es solo para personal autorizado.
Elio no durmió nada esa noche desesperado, cuando llegó su familiar a reemplazarlo por la mañana el se despidió, cuando la voz del familiar de dijo:
No me vas a dejar nada.
No, contestó.
Si me piden para análisis y medicina?
Me llamas, voy a conseguir, no tengo en estos momentos.
Llegó a su casa triste, al verlo su mujer le preguntó en voz baja.
Qué  a pasado?
Nada, ya no tengo dinero, ni un céntimo.
Te tengo buenas noticias tus inquilinos, que sabían  tu  madre estaba enferma y  de los gastos que tenías, reunidos han acordado adelantar el pago y llegó hoy temprano un joven abogado en busca de una habitación para alojarse que también le pagó por adelantado, pero aunque no me lo creas el escucho que tu madre estaba delicada e inmediatamente los reunió les conversó y acá está el resultado.  Ella le entregó el dinero de los inquilinos más el dinero del nuevo inquilino al que tenía que dar vuelto, quedándose Elio con el vuelto por su misma desesperación, al siguiente mes Elio no le aceptó el pago completo manifestándole que se quedó con el vuelto por necesidad de la enfermedad de su madre, el joven le contestó no se preocupe señor si sabía lo de su madre, Elio nunca le puso  atención a está respuesta, pero al siguiente mes cuando el joven dejó el lugar recordó lo dicho por el joven, preguntándose una y otra vez ¿Cómo supo que mi madre estaba enferma?.

1 comentario:

Anónimo dijo...

MUY HERMOSA REFLEXIÓN, JESUS SIEMPRE ESTA EN CADA MOMENTO DE NUESTRAS VIDAS Y ESPECIALMENTE CUANDO MAS LOS NECESITAMOS